La importancia del enfriamiento activo después de entrenar
Cuando empezamos a entrenar, lo hacemos de manera progresiva, ya que sabemos que no podemos exigirle al cuerpo cuando se encuentra frío y en reposo que de repente se someta a un esfuerzo máximo. Sin embargo, a la inversa, cuando terminamos de entrenar, es muy habitual frenar en seco y dejar que el cuerpo se enfríe de golpe. Esto no es bueno ni para nuestros músculos y articulaciones, ni para nuestro organismo en general. Por eso esta semana te traemos un post sobre la importancia del enfriamiento activo después de entrenar.
¿De qué vamos a hablar en este post?
La importancia del enfriamiento activo
Terminar el entrenamiento de alta intensidad de forma radical, puede tener grandes efectos negativos sobre nuestro cuerpo y estado físico, afectándonos a la larga como deportistas. Por lo tanto es importante cuidar este aspecto y realizar un enfriamiento activo progresivo que facilite a nuestro cuerpo la recuperación tras la fatiga causada por el entrenamiento.
Lo que los americanos acuñaron como cold down, o vuelta a la calma, no es más que todas aquellas acciones que realizamos tras el entrenamiento para ir disminuyendo de forma progresiva el ritmo cardiaco, la temperatura corporal y la lenta bajada de tono muscular, a fin de restablecer los valores iniciales antes del entrenamiento.
Bajada de la frecuencia cardiaca
Para conseguir este enfriamiento y a la vez evitar lesiones debemos realizar una sesión de estiramientos, similar a la que hicimos al comienzo. Todo esto no evita ni las agujetas ni los dolores por un exceso realizado durante el entrenamiento, pero si ayuda a evitar roturas de fibras y otras lesiones y además permite a nuestro cuerpo ir bajando de manera progresiva la temperatura y frecuencia cardiaca.
Aspectos negativos de no realizar un enfriamiento activo
Estas son algunas consecuencias de no realizar un enfriamiento activo:
- No conseguiremos una relajación física ni mental
- Podemos marearnos o sufrir confusión al no transportar nuestra sangre con suficiente oxígeno a nuestro cerebro y otros órganos vitales
- Mayor riesgo de sufrir lesiones deportivas o sobrecarga muscular, ya que no se relaja la musculatura ejercitada
- Un endurecimiento y acortamiento de la musculatura ejercitada en la parte principal
Aspectos positivos de realizar un enfriamiento activo
- Nuestro ritmo cardíaco y respiración vuelven a su ritmo normal de forma gradual
- Reducción de los efectos post-ejercicio como rigidez muscular, espasmos y calambres
- Mantendremos nuestra flexibilidad y rango de movimiento intactos
Tiempo de enfriamiento activo recomendado
No existe un tiempo concreto destinado a realizar el enfriamiento activo, ya que dependerá de la intensidad del entrenamiento. Es decir si la sesión ha sido más relajada, es posible que con 5 minutos consigamos restablecer los valores fisiológicos y psicológicos del reposo. Sin embargo si la sesión ha sido muy intensa, dedicar al menos 10 minutos al enfriamiento será muy recomendable.
Este enfriamiento activo ha de conseguir en una primera fase, una disminución progresiva de la frecuencia cardiaca y agitación pulmonar, y en una segunda fase, una reducción del tono muscular que facilite su relajación.
Son muchos los ejercicios que puedes realizar para conseguir este enfriamiento activo, tantos que podríamos dedicar un post entero a nombrártelos y enseñarte cómo se hace cada uno. Si quieres que lo hagamos, déjanos tu comentario. De momento puedes consultar este post con varios tips para mejorar tus estiramientos.